Hay quienes dicen que la ciudad es como un rompecabezas gigante… solo que las piezas no siempre encajan, y a veces alguien las cambia sin avisar. Para intentar comprenderla, los urbanistas inventamos divisiones: sectores urbanos, barrios, colonias, distritos… cada país, e incluso cada dependencia, tiene su propio diccionario.
Lo curioso es que, aunque no todos les llaman igual, todos comparten la misma idea: son porciones de ciudad que sirven para entenderla, medirla, planearla… o, al menos, intentarlo.
Un poco de historia (y geografía, sin cabeceos)
El concepto moderno de sector urbano arrancó con teorías como la de Homer Hoyt (1939), quien imaginó a la ciudad creciendo en franjas, como rebanadas de pizza desde el centro hacia afuera. Un modelo sencillo pero influyente que ayudó a entender cómo se expande la ciudad.
Después llegó Kevin Lynch, quien en La imagen de la ciudad (1960) propuso que las urbes podían “leerse” a partir de cinco elementos: paths, edges, districts, nodes y landmarks. Para él, los districts —o sectores— eran las áreas que la gente reconoce y nombra con facilidad: “el centro”, “el barrio de los mercados”, “la colonia que nunca duerme”. Su visión mezcló planeación y percepción humana, recordándonos que una ciudad no es solo un plano, sino también la forma en que sus habitantes la viven.
Mientras tanto, en México, SEDATU comenzó a hablar de “análisis de barrios” en programas como el de Mejoramiento Urbano. Porque sí, “sector” puede sonar técnico, pero “barrio” tiene historia, identidad y hasta cierto orgullo vecinal.
Y por si fuera poco, el INEGI tiene su propia forma de dividir la ciudad: las AGEBs (Áreas Geoestadísticas Básicas), que existen tanto para áreas urbanas como rurales y sirven para censos y estadísticas. Eso sí, una AGEB no siempre coincide con lo que la gente considera su barrio o colonia. Tu calle puede estar partida en dos AGEBs distintas, y un “sector” oficial puede agrupar zonas que para los vecinos no tienen nada que ver. Todo depende del objetivo: censo, plan urbano, diagnóstico social o estudio de movilidad… cada uno dibuja sus propios límites.
¿Para qué sirven? (además de para no perdernos)
Los sectores —o barrios, colonias, distritos, AGEBs— son como la caja de herramientas del urbanismo. Permiten:
Planeación urbana: decidir dónde colocar escuelas, hospitales, parques… o si por fin alguien arreglará esa calle con más baches que pavimento.
Servicios públicos: agua, luz, transporte, seguridad. Porque nadie quiere ser el barrio donde siempre falla la recolección de basura.
Participación ciudadana: los barrios son escalas naturales para reuniones vecinales, diagnósticos participativos y proyectos comunitarios.
Tecnología y datos: hoy podemos mapear todo con Sistemas de Información Geográfica (SIG), cruzar datos socioeconómicos y hasta analizar movilidad en tiempo real.
Pero aquí viene lo interesante: un sector no siempre es el mismo. Puede ser un barrio tradicional, una colonia administrativa, una AGEB del INEGI o un polígono para un plan urbano específico. El objetivo del estudio define la escala… y a veces hasta el nombre.
Y gracias a Lynch, entendemos que no todo es cartografía fría: un barrio también es identidad, memoria y hasta chisme comunitario.
Cierre: más que líneas en el mapa
Al final, los sectores, barrios o AGEBs son mucho más que divisiones en un plano. Son formas de leer la ciudad para planearla, entenderla y mejorarla. Porque detrás de cada línea dibujada en un mapa hay personas, historias y decisiones que dan forma a nuestra vida urbana.
Así que la próxima vez que alguien pregunte “¿de qué barrio eres?”, recuerda: estás diciendo mucho más de la ciudad que cualquier informe técnico.
Referencias rápidas
Hoyt, H. (1939). The Structure and Growth of Residential Neighborhoods in American Cities.
Lynch, K. (1960). The Image of the City. MIT Press.
SEDATU. (2020). Guías Metodológicas para la Planeación Urbana y Territorial.
INEGI. (2020). Marco Geoestadístico y Áreas Geoestadísticas Básicas (AGEB).

Está bueno el artículo. No sabía que el INEGI usaba AGEBs y que no siempre coinciden con lo que la gente llama barrio o colonia.